lunes, 7 de octubre de 2013

Opinando sobre... TOP CHEF

La verdad es que desde el miércoles estaba pensando si escribir o no una entrada sobre el concurso que antena 3 estrenó la semana pasada. Me ha costado decidirme, quizás porque no quería que la gente que me conoce pensara que lo hacía desde el rencor, por ser uno de los eliminados en las fases finales del casting para concursar en el programa. Pero os aseguro que este post lo escribo solamente para aportar mi más humilde opinión como profesional de la restauración y no desde el despecho de la eliminación. Así que aclarado esto... ¡vamos al lio!

Arrancó, por fin, la primera edición de Top Chef en España, un programa desconocido para muchos a pesar de sus numerosas versiones en todo el mundo. Un concurso donde once cocineros profesionales luchan por alzarse con el título de TOP CHEF, es decir, ser el mejor entre los mejores. El programa cuenta con un jurado del que poco hay que decir, Susi Diaz, Ángel León y Alberto Chicote, excelentes profesionales y con una trayectoria impecable. Además cuentan con un factor importantísimo y es el valor mediático, que Alberto Chicote ha obtenido en los últimos años gracias a Pesadilla en la Cocina. Factor que el programa quiere rentabilizar, ya que desde la primera emisión se ha podido ver que Chicote es el "jefe del cotarro".

Ángel León, Alberto Chicote y Susi Díaz, jurado de Top Chef

El programa parecía que empezaba con 15 participantes, pero para sorpresa de todos y sobre todo de ellos, aún tenían un último "casting", una última prueba para demostrar quien merecía estar ahí y quien no. 
 Es más que evidente el nivelón que hay en el concurso, encabezado por Jesús Almagro, que haciendo quinielas desde ya, es uno de los muy posibles ganadores del programa. Aunque todo sea dicho, creo que Antonio Canales (chef ejecutivo de la Finca Fuente Pizarro) y Antonio Arrabal (jefe de cocina del ABBA Burgos) no le van a hacer el camino tan placentero. Barrunto yo que por aquí irá encaminado el podio.

Los 15 aspirantes a concursantes de Top Chef

Pero a pesar del nivel yo vi demasiados fallos en la cocina, y digo demasiados porque aun entendiendo que es un concurso, que hay tensión y nervios, hay cosas que como profesionales consagrados que son, no deberían haber pasado.


Lo primero y lo más llamativo fue como Enrique Lozano, el concursante de mayor edad y quizás por eso sorprenda más si cabe, se saltó a la torera una de las normas fundamentales en cuanto a salud e higiene dentro de una cocina. Se hizo un "pinchazo" como dijo él, pero fuera de toda lógica fue incapaz de parar un minuto, ponerse una tirita, un esparadrapo o algo que taponara la herida, y siguió cocinando como si nada, dejando el rastro de sangre allí donde iba. Solo cuando Chicote le dio el alto, decidió ponerse un guante, pero ya era demasiado tarde. Durante la emisión del programa, fue todo un señor, aceptó su fallo y su acertada expulsión. Pero en el Almacén de Top Chef, quiso culpar al jurado de su eliminación y entró en una polémica en la que no tenía que haber entrado, porque la tenía perdida desde el primer segundo. 
No se si quizás vio un poco vampiro a Chicote y quería darle sangre para alimentar su sed... pero creo que con dejar la pechuga de la pintada en su punto (un poco sangrante), Alberto hubiera saciado sin duda toda su sed de sangre. Y para acabar con este señor, en su intento de justificación dijo que lo de los calabacines no era sangre, que era pimentón, porque quería rebozarlos en pimentón. ¿¿Cómoooooo??. 
Definitivamente creo que de una forma u otra este quería cargarse a Chicote.

Enrique Lozano
Otro de los concursantes que de momento me decepciono fue Hung Fai, un cocinero de 40 años, jefe de cocina, que tiene editado un libro de recetas y que tuvo su propio programa de televisión en Canal Cocina. Creo que con su trayectoria y con sus orígenes asiáticos, es imperdonable que cocine la caballa en tempura en dos tiempos. Y creo que más imperdonable tenía que haber sido teniendo en frente al chef de mar. Pero la cosa no acabo aquí y es que en la prueba de la segunda oportunidad, emplató 14 minutos antes el plato que había preparado. Y no era cualquier cosa, eran fideos con bogavante, y son dos ingredientes que preparados con tanto tiempo y teniéndolos que recalentar, tenían que estar más pasados que Pocholo en Ibiza. 

Hung Fai
Hay otra concursante que vi muy torpe, a pesar de sus 25 años en cocina. Es Bárbara Amorós, dueña de su propia empresa de catering y asesora gastronómica de dos restaurantes de New York. En la primera prueba y aunque Susi Díaz lo valoró como positivo, cambio su plato de arroz tres veces. Me hace pensar que alguien que cambia tanto de idea es que tiene poco claro lo que va a hacer o es poco organizada. Pero hasta aquí lo entendí. Como he dicho antes se trata de televisión y poco o nada tiene que ver con un restaurante. Pero en la segunda prueba me reafirmé, efectivamente me parece muy desorganizada. Fue la única que en 90 minutos no acabo el plato, pero no me extraña porque la pelea mano a mano con el rodaballo le consumió demasiados minutos. ¿ Por qué elige una rodaballo si no sabe limpiarlo y cortarlo? Parecía una asesina a sueldo impaciente por acabar la misión y limpiar las pruebas del crimen cuantos antes, con estropajo, eso sí. Miedo daba la forma que tenía de coger la media luna. 
Y a lo que iba, no acabo el plato y eso a mi juicio no le daba derecho a obtener los cuchillos.

Bárbara Amorós
Otro de los concursantes con fallos de primero, como dijo Chicote fue Eduardo Sánchez, cocinero del ministerio de defensa y conocido por dar de comer a políticos de "alto estándar", efectivamente y como comentó el mismo "cocino mejor que hablo". A Eduardo se le notaba el menos fino, el cocinero (no menos digno) de batalla del programa. Pero da un poquito de asco, ver que su caldo estaba preparado con las patas de la pintada, con sus uñas y todas esas sustancias de orígenes desconocidos que llevan en el interior.
A pesar de esto me pareció un concursante muy tranquilo y que sabía lo que hacía, pero claro, para un programa de este calibre no sirve. En mi opinión, creo que hay que hacer algo más que un marmitako para que te abran las puertas de Top Chef. 
Lo que nunca sabremos es si hubiese sorprendido a lo largo del programa o no, pero lo que si sabemos es que el como cocinero se creía a la altura de los miembros del jurado.

Eduardo Sánchez
Del resto de concursantes de momento pocas conclusiones se pueden sacar. Veremos si Iván Hernández, el benjamín, demuestra lo que dice "soy el mejor cocinero del mundo". Si a Borja le es suficiente con su formación autodidacta para competir dignamente. Si Miguel Cobo, seguirá moviéndose al ritmo que marca la sartén mientras saltea los alimentos. Si siempre busca sabores "sabrosos" y no salados en la cocina y si consigue templar esa imagen de hiperactividad no siempre buena en los fogones. Si Begoña presenta siempre así o lo de la tinta de calamar se le fue de las manos. Si Elisabeth sigue siempre con el mismo buen rollo con sus compañeros y si Javier Estevez pelea por una plaza en el podio.
Lástima la eliminación de Erika (me transmitía buenas vibraciones), pero lo de no haber cocinado nunca el ingrediente principal en una prueba de Top Chef, no ayuda en absoluto.

Ya espero con ganas la noche del miércoles para que ahora sí, empiece la auténtica competición por ser el primer Top Chef de España. Y mucha suerte a todos! Estoy al borde del orgasmo con esta moda de los programas gastronómicos en prime time de la televisión en España. Y visto lo visto, tenemos moda para mucho tiempo.
Nos vemos pronto. Un saludo. Escoffi.

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